MERSAULT: ¿CÓMO ENTENDERLO? ¿POR QUÉ JUZGARLO?
Por: Katharina Haller
Fue una velada maravillosa. Y es que compartir los libros se ha convertido para nuestras vidas en una experiencia exquisita porque expresamos con humor, angustia, tristeza, alegría y mucha reflexión las cosas que nos gustan o no de los textos.
Y fue el caso de “El extranjero” de Albert Camus. Exceptuando dos o tres observaciones, el grupo estuvo de acuerdo en que le gustó. Expresiones como “magistral”, “tremendo”, “cautivador”, “extraordinario”, “poderoso”, “fabuloso”, ponen de manifiesto que esta obra quedará en nuestra memoria.
Quisiera recoger los aportes de cada uno de los integrantes de nuestro Club en esta especie de resumen por temas:
Sobre el tono del libro: por el lenguaje y las descripciones tan sencillas, aparentemente el libro es plano, pero encierra una fuerza y una poesía que permiten transportarse a los sitios que describe Mersault y vivir intensamente sus situaciones. “A pesar de lo plana que parezca la descripción, siempre se piensa que va a estallar” dijo alguien. Las frases cortas pero precisas, atrapan desde el principio. Y el libro termina siendo seductor, porque, como dijo otro, “hay una simbiosis entre el personaje y la forma de escribir absolutamente coherente”.
Sobre el personaje: Casi entramos a la discusión de si era culpable del crimen que cometió o no. Pero me centraré en las apreciaciones sobre la calidad de Mersault: para unos, un ser muy humano: tolerante, enamorado de su novia, buen amigo, sereno, sensible… Para otros, un ser que tiene una forma tranquila de abordar la vida, sin el dramatismo al que estamos acostumbrados en nuestra sociedad. Una persona que parece imbécil por su posición indiferente frente a los acontecimientos, pero que termina demostrando que es absolutamente honrado: no miente para quedar bien.
Sobre la trama del libro. Creo que como nunca, se expresaron unas reflexiones muy serias alrededor de la obra, especialmente en lo que hace referencia al juicio, pasaje en el que se pone de manifiesto, en toda su esencia, el absurdo, del que es claro representante Camus. Mientras de un lado se afirmó que el juicio fue muy curiosos y de difícil calificación, o amañado, se dijo también que es una clara descripción de cómo se puede manipular el lenguaje para alcanzar un fin. En últimas, estuvimos de acuerdo, no se juzgó un hecho (el crimen que cometió) sino a la persona con la que se ensañaron porque no reaccionaba como creían que debía hacerlo. Y el protagonista fue consciente de ello: “Qué importaba si acusado de una muerte lo ejecutaban por no haber llorado en el entierro de su madre?”. Y yo agrego, para reiterar cómo se manipula, la afirmación de María durante el juicio: “…de golpe María estalló en sollozos; dijo que no era así, que había otra cosa, que la forzaban a decir lo contrario de lo que pensaba, que me conocía bien y que no había hecho nada malo. Pero el ujier, a una señal del Presidente, la llevó y la audiencia prosiguió”.
Reflexiones: Quiero destacar cuatro aspectos –¿filosóficos? que salieron a flote durante la conversación. De un lado, el que después de leer el libro hay que hacerse la pregunta de, ¿para qué la existencia? ¿Cuál es el rol que se cumple en un mundo tan complejo como el que vivimos? Porque al parecer todo está definido desde antes: dice el personaje frente a hechos definitivos como la muerte de su madre y su encarcelamiento, que “no hay escapatoria”. En segundo lugar, el hecho de que solamente la presencia del sacerdote en la prisión logró, si se puede llamar así, sacar de quicio a Mersault: un párrafo valiente en una época donde declararse ateo seguramente era un gran riesgo. De otro lado, hasta dónde un ser humano tiene el derecho y la capacidad de juzgar al otro? Qué es lo que hace que un individuo sea culpable o no? Sus motivaciones o circunstancias, o el hecho de que así lo vea la sociedad? Y finalmente, ¿estamos como estamos, porque hay muchos que como a nuestro personaje, las cosas les importan poco? O tenemos muy poco qué decir sobre esas cosas? “Sin duda no podía dejar de reconocer que tenía razón. No lamentaba mucho mi acto. Pero tanto encarnizamiento me asombraba. Hubiese querido tratar de explicarle cordialmente, casi con cariño, que nunca había podido sentir verdadero pesar por cosa alguna. Estaba absorbido siempre por lo que iba a suceder, por hoy o por mañana…”
Hasta aquí mi resumen de las intervenciones.
EJECICIO ALREDEDOR DEL LIBRO
Hicimos la pregunta: ¿Por qué creen que el libro se llama El Extranjero? Y aprovechamos para contar, que Camus refleja en este libro, de manera magistral, la corriente que se denomina extrañamiento o desfamiliarización, con la que se indica a todas aquellas intervenciones sobre las formas artísticas que tienen como objetivo el hacerlas extrañas a su misma naturaleza. Los formalistas rusos, especialmente Víktor Shklovski definie el ostranénie o extrañamiento:
"El propósito del arte es el de impartir la sensación de las cosas como son percibidas y no como son sabidas (o concebidas). La técnica del arte de 'extrañar' a los objetos, de hacer difíciles las formas, de incrementar la dificultad y magnitud de la percepción encuentra su razón en que el proceso de percepción no es estético como un fin en sí mismo y debe ser prolongado. El arte es una manera de experimentar la cualidad o esencia artística de un objeto; el objeto no es lo importante." Dicho de otro modo, el arte presenta a los objetos desde otra óptica. Los arranca de su percepción automatizada y cotidiana dándoles vida en sí mismos y en su reflejo en el arte”.
En cuanto hace a la filosofía del absurdo, que nace cuando Camus se aparta del movimiento existencialista, encontramos este resumen, que parece planteado para explicar la desazón que se siente al leer El Extranjero: Porque hay hombre hay necesidad de racionalización de todo cuanto es. Si tal racionalización no se cumple en cualquier situación verificada, ésta queda sin justificación. La no justificación no es aceptada por la razón y, por consiguiente, se habla entonces de absurdo.
El protagonista de El Extranjero, Meursault, es un ser indiferente a la realidad por resultarle absurda e inabordable. El progreso tecnológico le ha privado de la participación en las decisiones colectivas y le ha convertido en "extranjero" dentro de lo que debería ser su propio entorno.
Curiosidades sobre El Extranjero
Tiene 12 referencias directas a la luz del sol. Y éste aparece, cegador, también en dos momentos cruciales de la vida de Mersault: cuando están velando a su madre, y en el momento de matar al árabe.
El Extranjero fue llevada al cine en 1967 por Luchino Visconti aunque sin mucho éxito, tal vez por lo difícil que resulta plasmar esta obra cinematográficamente.
El grupo inglés The Cure se inspiró en el libro para componer la canción «Killing an Arab». El compositor, Robert Smith, ha afirmado que la canción fue "un leve intento poético de condensar mis impresiones sobre los momentos clave de El Extranjero (Novela de Albert Camus). Esta es la traducción:
Mirando fijamente el cielo, mirando fijamente el sol, sea lo que sea que elija, dará lo mismo. Absolutamente nada. Estoy vivo. Estoy muerto. Soy el extranjero matando un árabe.
Siento la culata saltar lisa en mi mano. Mirando fijamente el mar, mirando fijamente la arena. Mirando fijamente a mí mismo, reflejado en los ojos del muerto en la playa. El muerto en la playa. Estoy vivo, estoy muerto. Soy el extranjero matando un árabe”.
Los 100 libros del siglo son una valoración de los libros pensados como los cien mejores del siglo XX, producida en la primavera del año 1999 por un sondeo realizado por la empresa francesa Fnac y el diario parisino Le Monde. De una lista preliminar de 200 títulos creada por librerías y periodistas votaron 17.000 franceses respondiendo a la pregunta: "¿Qué libros se han quedado en su memoria?" El extranjero ocupó el primer lugar.
Colofón:
En 1957 Albert Camus ganó el premio Nobel de Literatura y se negó a recibirlo. Se le concedió por «el conjunto de una obra que pone de relieve los problemas que se plantean en la conciencia de los hombres de hoy».