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la marquesa de yolombó

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La historia gira alrededor del personaje principal de la obra, Doña Bárbara Caballero y Alzate. Debemos recordar que el contexto social y político de la época era estrictamente patriarcal. El autor describe los conflictos políticos y sociales de la mencionada época. Una en particular: el hombre era el amo y señor de la familia, su mujer no era nadie, “solo servía para criar chinos”.
Durante su niñez, Bárbara es descrita como “una joven precoz y hacendosa” de carácter servicial y complaciente y a quien le alcanzaba el tiempo para todo. Sus familiares hacen parte de la aristocracia campesina de la época. Don Pedro Caballero —padre de Bárbara es dueño de una mina de oro en Santa Polonia y alcalde de Yolombó. Su madre, doña Rosalía Alzate es de origen español. Ambos padres educan a la joven para que esta complazca los caprichos de su futuro marido. A pesar de todas las negativas de la familia, Bárbara logra trabajar en una mina de oro cuyo propietario es su propio padre.

Alguien le pregunta “que le dio por esas”. Bárbara responde que ella quiere ser una mujer influyente en el pueblo y no como las demás mujeres atontadas. Trabajando en la mina hace dos grandes amigos, la negra Sacramento y su negro Guadalupe. Cuatro años después de trabajar en la mina, Bárbara consigue dinero suficiente en oro, aunque ella no quería ser reconocida por eso, sino por sus acciones y por “pensar libremente”.

De alguna manera, este personaje, nacida en las historias de la colonia y gracias a la pluma magistral de don Tomás Carrasquilla, se descubre como una de las precursoras de la actual lucha de la mujer por ocupar papeles preponderantes, ya en la política, en la academia, y en el desarrollo económico de nuestro país.

Era hijo de Rafael Carrasquilla Isaza, ingeniero civil, y de Ecilda Naranjo Moreno, quien enseñaría el amor a las letras a su hijo. Durante su infancia alternó los estudios en la escuela de su pueblo natal, Santo Domingo, en Antioquia, con el ambiente de las minas en las que don Rafael trabajaba. Durante un tiempo las labores mineras del padre llevaron a la familia Carrasquilla al pueblo de Concepción.
De esta época se sabe poco. Su pasión por la lectura y otros aspectos se pueden entrever en el elemento autobiográfico de sus escritos, pues a menudo Carrasquilla aprovechó los datos y caracteres familiares como materiales para su obra. A los dieciséis años, el joven Tomás viajó a Medellín, donde ingresó en el colegio preparatorio de la Universidad de Antioquia y se matriculó en derecho. La guerra civil del año 1877 ocasionó el cierre de la Universidad: ya no volvería a las aulas.
Regresó a Santo Domingo, donde se dedicó al oficio de sastre y a realizar frecuentes viajes a Medellín, para realizar algunos "negocios". Entre 1879 y 1891 fue secretario del juzgado del circuito y juez municipal. En 1888 su cuento Simón el mago le facilitó la entrada al Casino Literario, dirigido por Carlos Eugenio Restrepo, futuro presidente de Colombia. En 1890 se publicó en un volumen colectivo del Casino Literario.
Hacia 1892 don Tomás creó con algunos amigos una biblioteca pública en Santo Domingo y, para demostrar que "puede hacerse novelas sobre el tema más vulgar y cotidiano", escribió su primera novela: Frutos de mi tierra. Trata ésta sobre las aventuras del joven Agustín y de la familia Alzate y sobre la vida de un pueblo pequeño, de las envidias entre familias, los chismes y recelos, las pequeñas aventuras, todo con gran fidelidad y certeras pinceladas que retratan fielmente la realidad, "con lenguaje castizo y sostenida observación de caracteres", al decir de Pedro Nel Ospina, prologuista de la obra.
"Fue Tomás Carrasquilla -escribe Helena Iriarte- quien superó las formas planas, exteriores y un tanto insustanciales de los costumbristas y dio el viraje hacia un realismo rico, auténtico, que por fin iba a enfrentar y a reflejar la realidad conocida por su autor. Con Carrasquilla aparece en Colombia el escritor de oficio, no ocasional, que dedica su vida íntegramente a la literatura; con él surgen, como elementos fundamentales de la narrativa, la crítica social y lo esencial humano visto a través de personajes que, además de poseer sus propias características individuales, pertenecen a un momento específico, a una clase social determinada, cuyos vicios y virtudes reflejan, sin que por ello se conviertan en tipificaciones vacías."
Tras la publicación de Frutos de mi tierra, Carrasquilla viajó por primera vez a Bogotá, ciudad con la que no pudo entenderse. Con su novela ya editada a un costo de 45 centavos por ejemplar, regresó a su pueblo. Durante esta estancia en la capital, Baldomero Sanín Cano lo introdujo en los círculos intelectuales capitalinos, presentándole al ya famoso poeta José Asunción Silva, quien le pareció remilgado y postizo, tal vez por su fría y elegante cordialidad.
De nuevo en Antioquia, continuó sus viajes entre Medellín y Santo Domingo. Al sufrir una caída de un caballo, se vio obligado a permanecer inmóvil durante dos meses en Medellín, y cuando se repuso y regresó a Santo Domingo, una enfermedad en la garganta lo postró nuevamente.

Tomás_Carrasquilla_by_Benjamín_de_la_Calle