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del profesor Alberto Bustos en su blog de lengua

Del profesor Alberto Bustos a quien sigo en Youtube desde hace años y que he puesto
en el encabezado del aparte "vídeos" acá en nuestro blog y recibí este
correo hoy que les puede interesar a nuestros nuevos escritores

¿Te gustaría hablar persuasivamente? Vamos a adentrarnos en ese arte. Para ello, voy a compartir contigo contenidos que normalmente reservo para mis alumnos del curso "El punto sobre la i". ¿Por qué ofrezco estos materiales en abierto? Porque hoy es para mí un día de fiesta.
Quiero celebrar el éxito de Edwing Arteaga Padilla, un profesional del máximo nivel que ya ha publicado su primer libro. Este autor y padre de familia ejerce en su Colombia natal su labor como profesor de universidad y abogado.
Personalmente, encuentro inspirador el ejemplo de una persona como Edwing. Además de atender sus obligaciones como docente, jurista, padre y marido, encuentra tiempo y ganas para su pasión, que son los libros. Durante toda su vida ha gozado leyéndolos. Ahora ha descubierto el placer inigualable de escribirlos.


Gracias a eso, ya ha publicado su primera obra:
Cuentos de luz y sombra: entre el ocaso y la aurora. Yo ya he comprado mi ejemplar. Consigue tú ahora mismo el tuyo.
Edwing y yo nos hemos conocido gracias al curso "El punto sobre la i", donde tengo el honor de ser su profesor. Nos une la pasión por la lectura y la escritura.
Cuentos de luz y sombra: entre el ocaso y la aurora
Me ha emocionado especialmente el testimonio humano que incluye Edwing Arteaga en su dedicatoria. Allí muestra su vínculo con su padre y el papel destacado que este ha tenido en la publicación de este volumen de cuentos:
«Me atreví a publicar por culpa de mi padre. Un día, en plena pandemia, me dijo: ¿vas a esperar que me muera para escribir tu libro? Los muertos no leen. Me lo dijo en el peor momento, justo cuando más personas morían. Esa manipulación no produjo efectos tan inmediatos porque me tardé todavía tres años en cruzar el Rubicón.
»Mis padres son de aquellos que, en la ceguera de su amor, atribuyen a sus hijos dones especiales (les juro que en mi caso son solo sus fantasías). Tuve la mala suerte que me tocaron unos de esa fastidiosa categoría. Si supieran lo que sufro para escribir cada línea tendrían más piedad de mí.
»Hago esta denuncia pública porque quiero que se sepa que, cualquier disparate que se encuentre en esta obra, el único responsable es mi papá. En cada cuento veo en él a mi lector ideal: escribo algo y me imagino que es él quien lo está leyendo. A ti, José María Arteaga, columna de mi existencia, dedico cada palabra.
»P. D.: Los cuentos que no alcancé a publicar quedan para otra entrega: en esa me pienso vengar de mi mamá».
Voy a ceder la palabra nuevamente al autor para que sea él mismo quien te presente el libro:
«
Entre el ocaso y la aurora es una recopilación de cuentos donde los límites de la realidad y la ficción se desdibujan. De los sueños emergen misterios, animales mitológicos y visiones apocalípticas; las sombras aparecen y desaparecen burlando las leyes del entorno; el tiempo corre y se detiene a su propio capricho; el crepúsculo guía el destino de los hombres; el poder se muestra en su esplendor y miseria; la condición humana exhibe su fragilidad; y la muerte, la eterna muerte, es un fantasma siempre presente: vigente, palpable, implacable, y si se quiere, justa».
¿Por qué atreverse a escribir?
Edwing no solamente escribe. Además, difunde su amor por la literatura mediante su canal de YouTube: La Nave de Teseo. Después de pasar por la experiencia de escribir y publicar su primer libro, expone en un vídeo sus aprendizajes como nuevo escritor.
Su canal de YouTube es ya uno de mis favoritos. Disfruta del vídeo de Edwing Arteaga Padilla:

¿Por qué atreverse a escribir?

(vídeo)

Te ofrezco ahora una de las lecciones del módulo Convencer, Deleitar y Seducir: las Figuras Literarias. Forma parte del

curso "El punto sobre la i". Asegúrate de resolver los ejercicios que incluyo al final. Eso te va a servir para hacer tuya esta primera figura literaria que te presento.
El arte de hablar persuasivamente
La retórica es el arte de hablar persuasivamente. Son estrategias que se vienen aplicando desde la Grecia clásica para que un texto o un discurso resulte convincente, ameno y atractivo para el público.
Se equivoca quien piensa que estos recursos encuentran su lugar solamente en literatura. La retórica surge en Grecia por un motivo muy específico. Todavía no se habían inventado ni los procedimientos judiciales ni los abogados defensores. Cuando se producía un conflicto, cada ciudadano tenía que presentarse delante de una asamblea para defenderse. Enseguida, las ciudadanos atenienses se dieron cuenta de que ganar no siempre dependía de los méritos de la causa. A menudo se llevaba el gato al agua quien sabía hablar mejor, es decir, el orador que conseguía convencer, entretener y emocionar.
Eso aumentó el interés por describir y estudiar mecanismos que conseguían ciertos efectos en el público de manera previsible. En nuestros días, este conocimiento se sigue utilizando a diario para ganarse al jurado de un juicio, para enfervorizar a los seguidores de una opción ideológica, para redactar manuales que invitan a aprender o novelas con una prosa brillante que cautiva al lector.
Una advertencia: No te dejes asustar por los nombres técnicos de las diferentes figuras. Detrás de esas palabras complicadas hay conceptos que cualquiera puede entender y utilizar. Yo te los voy a explicar de forma clara y práctica. Así podrás introducirlos en el lugar perfecto para amplificar el efecto de tu discurso o de tu texto.
Vamos a empezar a adentrarnos en este campo con el hipérbaton.
El hipérbaton
El hipérbaton consiste en alterar el orden normal de los elementos de la frase. La lengua española se caracteriza por tener un orden bastante libre. Por eso, la alteración debe ser un tanto marcada para que hablemos propiamente de hipérbaton.
Fray Luis de León explota el hipérbaton en su «Oda a la vida retirada»:
(1) Del monte en la ladera
por mi mano plantado tengo un huerto
Aquí llama inmediatamente la atención la expresión
del monte en la ladera. Hemos invertido el orden de los elementos. Normalmente nos expresamos así:
(2) en la ladera del monte
Precisamente, esa distancia con el lenguaje corriente nos sitúa en un espacio poético. En realidad, fray Luis introduce un hipérbaton más radical todavía. El orden lógico es este:
(3) Tengo plantado un huerto por mi mano en la ladera del monte.
En cuanto ordeno la frase, se pierde la magia de la poesía. Mi versión es una descripción perfectamente anodina de una realidad normal y corriente.
El hipérbaton le permite al autor guiar la atención del lector hacia ciertos elementos de la frase: los que disloca. Esos versos hacen destacar al monte en sí (en contraste con la ladera) y también a la mano que hay detrás de ese huerto. Están descolocados en la frase y eso le lanza un mensaje al lector: fíjate bien en esto.
La poesía es lenguaje con esteroides. El lenguaje poético explota al máximo las posibilidades expresivas del idioma. Por eso hace un uso intensivo del hipérbaton y de todas las figuras literarias. Sin embargo, tú puedes sacarle rendimiento al hipérbaton en todo tipo de textos.
El lenguaje publicitario tiene puntos de contacto con la poesía. Al igual que esta, tiende a presentarnos un mundo embellecido e idealizado, aunque sea con intención comercial. Por eso recurre a todo tipo de estrategias expresivas y persuasivas. Hace décadas, un anuncio de detergente cautivó a los españoles por su llamativo hipérbaton:
(4) ¡Las manchas! ¡Una solución quiero!
Al colocar la solución en primer lugar, centramos la atención sobre ella. El anuncio da a entender que ese producto es la solución al problema del consumidor.
El refranero recurre a menudo al hipérbaton:
(5) Quien a buen árbol se arrima buena sombra le cobija.
Ese refrán violenta el orden normal. Eso refuerza la expresión y subraya la enseñanza que se encierra en esas palabras. Normalmente nos expresaríamos así:
(6) Una buena sombra cobija a quien se arrima a un buen árbol.
El hipérbaton se puede convertir en una forma de caracterizar a un personaje. Yoda, el famoso maestro
jedi de Star wars, se distingue por su generoso uso de esta figura. Esta es su típica manera de hablar:
(7) Imposible ver el futuro es.
Dentro de la literatura en lengua castellana, el rey del hipérbaton es el poeta cordobés Luis de Góngora. Sirvan de muestra estos tres versos de su
Fábula de Polifemo y Galatea:
(8) Un monte era de miembros eminente
este que, de Neptuno hijo fiero,
de un ojo ilustra el orbe de su frente
Voy a intentar traducirlo:
(9) Este hijo fiero de Neptuno que ilustra de un ojo el orbe de su frente era un monte eminente de miembros.
El poeta está dando a entender que el cíclope Polifemo, hijo del dios Neptuno, era un monstruo membrudo con un solo ojo en medio de la frente. El desorden de la frase potencia el esteticismo del lenguaje gongorino.
El nombre de esta figura admite dos plurales (y los dos son irregulares):
(10) los hipérbaton
(11) los hipérbatos
Ejercicios
Resuelve ahora mismo estos ejercicios para dominar las posibilidades expresivas del hipérbaton.
Ejercicio 1
Estos famosísimos versos de Gustavo Adolfo Bécquer contienen un hipérbaton fuertecito. Tradúcelos al lenguaje corriente. Compara el original con tu versión. ¿Qué se ha perdido en esta operación?
(12) Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar.
Ejercicio 2
Los cuatro ejemplos siguientes siguen el orden lógico de la oración. Reescríbelos con hipérbaton. A ver hasta dónde puedes retorcer la oración sin llegar a romperla.

Acuérdate de regarme las plantas.
  • Llama a tu madre cuando llegues a Australia.
  • Parece que hoy me he levantado con el pie izquierdo.
  • Calienta cinco alacranes vivos en un alambique para elaborar esta poción.
  • Ejercicio 3
    Inventa tú ahora tu propio hipérbaton. Te doy libertad. ¿Ya lo tienes? Léelo con atención. ¿Qué efecto te sugiere?

    El punto sobre la i
    El curso para escribir mejor
    Mereces escribir: