lillyana estrada
03/01/21 11:51 Contrib.Lectores
Lillyana Estrada
CARTA AL CLUB DE LECTURA: LECTORES 10
Hola mis queridos contertulios y amigos.
Hoy me voy a atrever a escribir, aunque sé que no es mi mayor virtud.
CARTA AL CLUB DE LECTURA: LECTORES 10
Hola mis queridos contertulios y amigos.
Hoy me voy a atrever a escribir, aunque sé que no es mi mayor virtud.
Desde muy pequeña desarrollé mi gusto por la imagen. De joven me atreví y fui una osada reportera gráfica. Luego, en contravía del mundo masculino, me monté una cámara al hombro por muchos años y, finalmente, terminé como ustedes ya lo saben, de empresaria, dirigiendo y presentando programas de TV y documentales.
De mis papás heredé el gusto por el jolgorio y la vida social. Con mi madre aprendí a amar la lectura y el arte y con mi padre aprendí de la disciplina y la rectitud.
Puedo decir que fui, desde siempre, una mujercita sin miedo. Nunca le temí ni a la oscuridad, ni a los bichos, ni a la soledad. Tampoco le temí a la autoridad y desafié, cuando pude, las reglas sociales. No le temí ni al ridículo ni al qué dirán.
Eso si, al fracaso le tengo pavor.
Cuando me equivoco o no me salen las cosas tan bien, me flagelo, no duermo tres días (me parezco al profe), cuestiono y me reto a seguir, pues permanentemente ronda por mi mente aquello de RESISTIR, INSISTIR Y PERSISTIR.
Soy amiga de mis amigos, adoro a mi familia y pareja, y valoro muchos a mis empleados y colaboradores.
Aquí viene el turno para ustedes mis compañeros del Club de Lectura. Son uno de mis más preciados tesoros.
Espero con ansiedad nuestra cita de cada quince días y nunca, nunca se me ha ocurrido desertar.
He aprendido tanto con ustedes: a analizar, a interpretar, a reflexionar. Mejor dicho, ha sido un intenso diplomado en hermenéutica.
A veces salgo un poco decepcionada de mi misma y me digo: Pero cómo no vi esto, cómo no entendí aquello.
Envidio esa capacidad analítica de algunos y la sensibilidad literaria de otros.
En estos días de cuarentena valoro aún mas nuestro Club de lectura y por eso quiero decirles que los admiro y quiero a montones. Que este grupo de Las Letras es un privilegio de la vida que quisiera tener por siempre. Les declaro mi amor e insisto que permaneceré en él mientras tenga vida.
Al profe, que cuente con este soldadito de plomo que nunca desfallece.
LILLYANA ESTRADA
Lectora empedernida.
Hola mis queridos contertulios y amigos.
Hoy me voy a atrever a escribir, aunque sé que no es mi mayor virtud.
Desde muy pequeña desarrollé mi gusto por la imagen. De joven me atreví y fui una osada reportera gráfica. Luego, en contravía del mundo masculino, me monté una cámara al hombro por muchos años y, finalmente, terminé como ustedes ya lo saben, de empresaria, dirigiendo y presentando programas de TV y documentales.
De mis papás heredé el gusto por el jolgorio y la vida social. Con mi madre aprendí a amar la lectura y el arte y con mi padre aprendí de la disciplina y la rectitud.
Puedo decir que fui, desde siempre, una mujercita sin miedo. Nunca le temí ni a la oscuridad, ni a los bichos, ni a la soledad. Tampoco le temí a la autoridad y desafié, cuando pude, las reglas sociales. No le temí ni al ridículo ni al qué dirán.
Eso si, al fracaso le tengo pavor.
Cuando me equivoco o no me salen las cosas tan bien, me flagelo, no duermo tres días (me parezco al profe), cuestiono y me reto a seguir, pues permanentemente ronda por mi mente aquello de RESISTIR, INSISTIR Y PERSISTIR.
Soy amiga de mis amigos, adoro a mi familia y pareja, y valoro muchos a mis empleados y colaboradores.
Aquí viene el turno para ustedes mis compañeros del Club de Lectura. Son uno de mis más preciados tesoros.
Espero con ansiedad nuestra cita de cada quince días y nunca, nunca se me ha ocurrido desertar.
He aprendido tanto con ustedes: a analizar, a interpretar, a reflexionar. Mejor dicho, ha sido un intenso diplomado en hermenéutica.
A veces salgo un poco decepcionada de mi misma y me digo: Pero cómo no vi esto, cómo no entendí aquello.
Envidio esa capacidad analítica de algunos y la sensibilidad literaria de otros.
En estos días de cuarentena valoro aún mas nuestro Club de lectura y por eso quiero decirles que los admiro y quiero a montones. Que este grupo de Las Letras es un privilegio de la vida que quisiera tener por siempre. Les declaro mi amor e insisto que permaneceré en él mientras tenga vida.
Al profe, que cuente con este soldadito de plomo que nunca desfallece.
LILLYANA ESTRADA
Lectora empedernida.