Tertulia en el retiro pablo neruda
25/09/19 19:11 Tertulias
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Amado club
Sé que ustedes imaginan el cariño y el amor con el que preparamos vuestra visita. Personas como ustedes bendicen nuestra casa y la dejan repleta de buena energía y estupendos deseos.
Y respecto a la sesión, leímos, leímos mucho y vimos cositas para tratar de entender apartes del mundo Nerudiano y hacernos a respuestas a preguntas surgidas en la sesión anterior, y las discutimos, por su puesto, como debe ser.
Al despedirnos nos besamos y nos abrazamos y descubrimos que Morales tiene toda la razón: fuimos felices. Además ustedes, en el momento de recorrer el parqueadero hacia la puerta metálica rumbo a sus refugios, dejaron una estela de regocijo, una sensación agradable, un deseo irrefrenable de que siempre existan.
Los ausentes nos quedan debiendo su magnetismo.
Besos.
Que tienen tan mágico nuestros anfitriones de ayer, que es una sensación inexplicable? Por qué, desde aquella banca de la entrada, recibimientos cariñosos, caminar entre aquellos libros con sus viejas historias, acompañados de fotos que nos miran queriéndonos que las miremos para contarnos sus secretos, y continuar recorriendo espacios hasta llegar y ver la naturaleza abriéndote los brazos, donde una huerta querida te invita a que la mires y te das cuenta que crece como un bosque gigante y sus maravillas se mezclan entre si por solo sentir la frondosidad del amor de su dueña. Nada tiene el poder para explicar lo que se siente. Pero todo continúa, la magia no para, apenas inicia, entre abrir un tazón cubierto de peltre y encontrar aquellas empanadas exquisitas, los anfitriones siguen con con su magia, nos guían con un sutil cariño y llegamos al refugio encantado, el rincón secreto donde se hablan todos los idiomas del planeta, donde a los lobos no se les tiene miedo, sino que se les toma aprecio, donde las abuelas son activas y se transforman, donde unas niñas vestidas de rojo, no tienen edad, unas son mas niñas y otras mas adolescentes, hasta vimos mujeres que quieren jugar al lobo, pero aquellas niñas, no solo tienen capas, algunas tienen plumas, miradas inocentes y miradas traviesas, algunas son mas grandes otras mas pequeñas, todas ellas cubren paredes y te susurran para atraerte y contarte su historia en el idioma que desees y así cuando menos pensamos nos fuimos perdiendo en el bosque, si, en el bosque de las lecturas, entramos en la profundidad donde se narra la admiración por la naturaleza, la fuerza de los rios, la belleza de la hojarazaca, la intensidad del amor, la sangre y el dolor... pero no nos asustamos, porque nos sentimos protegidos, nos sentimos abrumados, nuestros anfitriones, nuestros guías, nos llevaban a su merced como en un canto guiado, con los cuidados mas tiernos que cualquiera puede recibir, nos llevaron hasta el final entre lecturas, imágenes y entretenidas conversaciones, descubriendo sabores delicados y exquisitos al paladar, perdimos la sensación del tiempo, como no decirlo, fuimos “encantados”, y así sin mas, terminamos la noche sin temores, hasta nos llevamos regalos y sin pensarlo, sellamos la noche con el mas profundo y sentido abrazo entrelazado de una amistad infinita untada de magia.
Sé que ustedes imaginan el cariño y el amor con el que preparamos vuestra visita. Personas como ustedes bendicen nuestra casa y la dejan repleta de buena energía y estupendos deseos.
Y respecto a la sesión, leímos, leímos mucho y vimos cositas para tratar de entender apartes del mundo Nerudiano y hacernos a respuestas a preguntas surgidas en la sesión anterior, y las discutimos, por su puesto, como debe ser.
Al despedirnos nos besamos y nos abrazamos y descubrimos que Morales tiene toda la razón: fuimos felices. Además ustedes, en el momento de recorrer el parqueadero hacia la puerta metálica rumbo a sus refugios, dejaron una estela de regocijo, una sensación agradable, un deseo irrefrenable de que siempre existan.
Los ausentes nos quedan debiendo su magnetismo.
Besos.
Que tienen tan mágico nuestros anfitriones de ayer, que es una sensación inexplicable? Por qué, desde aquella banca de la entrada, recibimientos cariñosos, caminar entre aquellos libros con sus viejas historias, acompañados de fotos que nos miran queriéndonos que las miremos para contarnos sus secretos, y continuar recorriendo espacios hasta llegar y ver la naturaleza abriéndote los brazos, donde una huerta querida te invita a que la mires y te das cuenta que crece como un bosque gigante y sus maravillas se mezclan entre si por solo sentir la frondosidad del amor de su dueña. Nada tiene el poder para explicar lo que se siente. Pero todo continúa, la magia no para, apenas inicia, entre abrir un tazón cubierto de peltre y encontrar aquellas empanadas exquisitas, los anfitriones siguen con con su magia, nos guían con un sutil cariño y llegamos al refugio encantado, el rincón secreto donde se hablan todos los idiomas del planeta, donde a los lobos no se les tiene miedo, sino que se les toma aprecio, donde las abuelas son activas y se transforman, donde unas niñas vestidas de rojo, no tienen edad, unas son mas niñas y otras mas adolescentes, hasta vimos mujeres que quieren jugar al lobo, pero aquellas niñas, no solo tienen capas, algunas tienen plumas, miradas inocentes y miradas traviesas, algunas son mas grandes otras mas pequeñas, todas ellas cubren paredes y te susurran para atraerte y contarte su historia en el idioma que desees y así cuando menos pensamos nos fuimos perdiendo en el bosque, si, en el bosque de las lecturas, entramos en la profundidad donde se narra la admiración por la naturaleza, la fuerza de los rios, la belleza de la hojarazaca, la intensidad del amor, la sangre y el dolor... pero no nos asustamos, porque nos sentimos protegidos, nos sentimos abrumados, nuestros anfitriones, nuestros guías, nos llevaban a su merced como en un canto guiado, con los cuidados mas tiernos que cualquiera puede recibir, nos llevaron hasta el final entre lecturas, imágenes y entretenidas conversaciones, descubriendo sabores delicados y exquisitos al paladar, perdimos la sensación del tiempo, como no decirlo, fuimos “encantados”, y así sin mas, terminamos la noche sin temores, hasta nos llevamos regalos y sin pensarlo, sellamos la noche con el mas profundo y sentido abrazo entrelazado de una amistad infinita untada de magia.
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