Lectores10 nuestro club de lectura en Medellin

De Amparito (carta enviada por Lilyana)

Hola TODOS
Con el sentimiento de culpa que me acompaña por esta “memoria de arracacha” les comparto el texto que había mandado Amparito para  la sesión de AYER.
Definitivamente me fascina, me emociona y me llena de orgullo pertenecer al “Club de Lectores 10”.
Un abrazo REAL para cada UNO!

Queridos amigos:
No saben cuánto los extraño hoy. Sus abrazos y sus saludos calurosos cómo me hacen de falta, pero los rigores de la medicina hacen que desde la clínica los añore aún más. Nada grave. Una operación de esas de mujer, que era inaplazable y aquí estoy en mi lecho de enferma añorando mi Club de la 10 y los comentarios sobre...

Queridos amigos:
No saben cuánto los extraño hoy. Sus abrazos y sus saludos calurosos cómo me hacen de falta, pero los rigores de la medicina hacen que desde la clínica los añore aún más. Nada grave. Una operación de esas de mujer, que era inaplazable y aquí estoy en mi lecho de enferma añorando mi Club de la 10 y los comentarios sobre Canetti.
Entre otras cosas, cómo estará ese hombre de feliz en su tumba viéndonos en estas disquisiciones sobre su obra, pues es un verdadero “Acto de fe” leerlo. Todas las opiniones sobre el libro fueron valiosas y enriquecieron todavía más mi lectura, porque les cuento que lo terminé. Con esto compruebo que definitivamente libré mi especialización en Hermenéutica Literaria.
Me gustó el radicalismo de Kathy y de Federico; la opinión de Alberto, porque cuando uno convierte a Foucault en su filósofo de cabecera, entiende cualquier libro; el concepto de Juan tan asertivo como todo lo de él y no hablemos del profe. Así se hace Luis Ber, porque para eso diriges el taller. Este es el quinto año de tertulia y la profundidad tiene que ser mayor. ¡Qué delicia que vamos entendiendo que hay tantos autores cuantos personas somos en el mundo! Que hay unos que leen con agrado a Alice Munro y otros a Canetti, que la primera es un ama de casa que escribe muy elemental y el otro un loco de atar con unos problemas existenciales que van a dar para varias discusiones. A Munro se lee de un tirón; a Canetti lento… muy lento. Tiene tantas aristas y tantas miradas que da para una tesis doctoral. Los dos tiene algo en común: Premios nobel de literatura. ¿Por algo será?
A todas estas se preguntarán: ¿Y Amparo le gustó? Tengo que contarles que sí. Y no crean que me pareció fácil su lectura, ni más faltaba, pero yo también tengo un gran filósofo de cabecera que se llama Fernando Pessoa con su libro “el desasosiego”. Eso fue lo que me produjo cuando apenas me inicié en su lectura. Un desasosiego tal que me sentí ignorante, que no sabía leer, que estaba en el lugar equivocado, pero al final triunfé porque aprendí que para esos existe el paratexto, el intertexto, la ubicación en el tiempo y en la época, la biografía del autor y que los libros como la buena comida hay que disfrutarlos lentamente. Así lo hice con Canetti.
Con Acto de fe, revisé cuántas páginas tenía, la biografía del autor, la cronología de su vida, que está en la última página del libro, su historia y me di cuenta que no iba a ser fácil. Lo reafirmé, cuando leí los capítulos del libro: “Una cabeza sin mundo”, “Un mundo sin cabeza” y “ Un mundo en la cabeza”, lo que a mí me dio fue dolor de cabeza, pero no desistí. Y lo disfruté, aunque reconozco que tiene unas diatribas sobre determinados temas que podrían ser más cortas, pero Kien y sus eternos monólogos…
Revisemos la época en que estaba, los problemas del mundo en ese momento, su origen, su idioma, pero lo que sí les digo sobre esa primera parte “Una cabeza sin mundo”, es el impacto que me produjo su desprecio por las mujeres y el pobre concepto que tenía sobre ellas. No importa que Teresa fuera como fuera y todo lo que me pesó su falda azul y almidonada.
Señale varias perlas pronunciadas por Kien:
“Cuando aman las mujeres pierden su carácter”.
“Suele decirse que las mujeres no tienen sentido crítico, y es verdad: nunca saben con quién se meten”.
“¿Qué les pasa a las mujeres hoy en día? No bien tienen cuatro reales se creen que el hombre más guapo es todo suyo”
“Para ser mujer actuaba con gran discreción”.
¿Qué tal?...
Mi libro está lleno de papelitos rosados con todas las frases que me impactaron. Y este es solo un punto de vista. Uno solo de las múltiples miradas que puede tener ese primer capítulo que me “puso la cabeza en los pies”.
Profe, tú con tu sirena, demostraste que leer es todo un “Acto de fe”.

Los quiero, los extraño y espero que en la próxima tertulia los pueda abrazar.

Amparo con la cabeza en los pies

Pasto Americana