Lectores10 nuestro club de lectura en Medellin

Acerca de La Caída de los Puntos Cardinales. por Clarita Abad

Clarita-Abad

La Caída de los Puntos Cardinales.
Luis Fayad.

En esta apreciación sobre la caída de los Puntos Cardinales, queremos hablar sobre un punto de vista diferente al expuesto por nuestro compañero del club Ramiro Isaza. Hemos oído las opiniones de los demás compañeros del club sobre el libro, las orientaciones de nuestro profesor Luis Bernardo Yepes.
Queremos hablar más sobre los personajes de esta novela que básicamente son dos familias, la familia de Dahmar y Yanira con su amigo Muhamed , (herrero en el Libano y íntimo amigo de Dahmar) y la familia de los Kadalini, Hichan y Jalil con Hasana la esposa del primero. Todos ellos libaneses que salieron en barco hasta Colombia. Los primeros de clase mas distinguida.
Aprendimos con ellos de los platos típicos libaneses como el tabule, el tahine, los quibes etc. Aprendimos de la forma tan bonita en que se saludan y despiden entre ellos “Ustedes hacen versos cuando se saludan”, “Que Ala te bendiga por el pasto que nos das”. Las palabras que más usan los libaneses son: amor y corazón. Aprendimos el significado que le dan a ciertas prendas como el tarbuch, los kufiyes y los igaales, el primero para las personas de clase alta y los otros para las personas de menor categoría.
Aprendimos también la importancia que tiene para ellos los juegos de mesa de los hombres, apreciamos lo que significó para Hasana, la esposa de Hichan y cuñada de Jalil la llegada a Colombia. Ella lo único que quiso cuando estaba en el Líbano era salir de allá, y cuando llegó a Colombia se sintió completamente diferente, por primera vez libre y feliz.
Aprendimos también de lo hábiles que eran para el comercio estos libaneses. Sus padres en El Líbano y los que llegaron, en Colombia. Los primeros eran comerciantes de telas y los según dos tenían unas sastrerías.
Los libaneses apreciaron el recibimiento tan cercano y abierto que les hicieron en Colombia y la comida que les ofrecieron: pescado, yuca, patacones, sancocho, etc. Se aterraron con los sancudos y con el calor.
La primera parte del libro, que se divide en tres partes, nos refiere a como Vivian esas familias en el Líbano y la llegada a Colombia. Creemos que por eso este capítulo tiene una bonita ilustración de una maleta.

La segunda parte del libro empieza con la muerte del padre de Dahmar en el Líbano y la tristeza de él con esta noticia. Nos habla de la llegada de Vicenta de once años de edad y huérfana, a la casa de Dahmar y Yanira para ayudar en las labores domésticas.
Nos cuenta sobre un viaje por el rio Magdalena que hicieron Dahmar y Yanira donde apreciaron muchos caimanes y no entendieron por qué los mataban, se oponían a esto, aunque los colombianos les decían que eran animales muy peligrosos.
De un momento a otro, Muhamed se desapareció de la vista de esa pareja y también de los kadalini y ninguna de las dos familias sabía dónde estaba. Suponían que estaba en viaje de negocios, en algunos contratos, etc.
Narra la llegada de los Kadalini (Hichan y Jalil con su esposa) a Bogotá y más adelante se describe la llegada sorpresiva de Muhamed a la casa de Dahmar y Yanira. Muhamed cuenta que en esos años estuvo en la guerra. Yanira preguntaba sobre cuales habían sido sus experiencias en ella, donde comía, donde dormía, etc. Siempre con mucho interés en su amigo.
Dahmar nombró a Muhamed regente de su despacho. En esta parte del libro aparecen mencionados también unos personajes con los cuales tuvieron también algún tipo de relación los protagonistas como por ejemplo Paulina la dueña de la pensión, Paulinita la ahijada de Paulina, Juan Dámaso el novio de Paulinita que murió en un accidente sospechoso. Aparece también Luis Pérez el hombre que conoció Muhamed en el local del sur y con quien se fue para la guerra. Mencionan también a Bayur, socio de Jalil en el nuevo almacén. Aparece también el Señor Contreras que era el encargado del transporte de las mercancías y que luego participo en la muerte de Juan Damaso. Mas adelante el Sr Contreras y Paulinita se casan y tienen un hijo al que le ponen el nombre de Juan Damaso.
Nos parece bonito mencionar los artículos que ellos ofrecían en sus almacenes: “camisas cortas y enaguas bordadas, pañuelitos de gasa y de seda para el cuello, corpiños descotados de muselina, cortes de satén para baile, tul liso y tul rizado, velos de novia y gorras de viaje, perfumería en cofres para regalo, cachuchas de paño, gorritos de piqué, carpetas de lana, capas para calle y para teatro con capucha y sin capucha y damasco de algodón para manteles”.
Llega también para Yanira una carta de Soraya, su prima, que se quedó en el Líbano.
Narra en esta parte algo que pasó en la guerra en Colombia, mientras estaba Muhamed en ella y fue la llegada del presidente a Popayán, y la intención que tenían de detenerlo, de un golpe de estado o de asesinarlo. Luis Pérez aparece con un revolver para tratar de asesinarlo y Muhamed se interpuso entre él y un soldado del presidente, que lo amenazaban con una bayoneta. Más adelante Luis Pérez se presentó en Bogotá a Muhamed y le mostró el revolver y Muhamed le dijo que se lo compraba, a lo que Luis Pérez le respondió que no tenía precio, pero que él solo se lo regalaría a Muhamed. Por esta razón creemos que la ilustración del segundo capítulo es un revolver.
Este capítulo termina con la demanda de los parientes de Juan Dámaso al señor Contreras, con la información de que Muhamed había llegado de la guerra mucho más interesado en negocios y en comercio. Y propone también importar licores y cerveza. Llega otra carta de Soraya anunciando la muerte de su hermano Yusuf que era negociante de armas en el África y el capítulo termina así “sin darse cuenta ninguna de las dos volvió a saber nada de la otra. Ni de oídas ni por escrito. No supieron nada nuevo de su vida, ni supieron si se habían olvidado la una de la otra ni cuál de las dos murió primero”.

Parte tercera:

Conocemos del traslado de Dahmar y Yanira con sus hijos para la casa nueva, mucho mejor, más grande y de mucho mejor categoría. En ella se hizo la celebración de los 15 años de su hijo. En la fiesta hubo música con tiples y guitarras, tocaron bambucos, pasillos y contradanzas. Hubo también un concierto de piano de la hija. Vicenta y una sobrina se habían encargado de la limpieza de la casa para la ocasión.
Más adelante nos enteramos de la huelga de los empleados del tranvía. Del almacén que habían abierto Bayur (pariente de Dahmar) y los hermanos Kadaline quienes se dieron cuenta que la mercancía que tenían en el local se había deteriorado. Se hace mención de la posibilidad de pedir una indemnización a los dueños del local donde funcionaba el almacén y a los seguros. A Dahmar se le ocurrió fingir un accidente con un incendio. Había un ambiente político muy tenso con asesinatos, atentados, venganzas por fraudes electorales. Para justificar lo del incendio Muhamed dijo que:” la naturaleza había cometido una injusticia con ellos. Los elementos le servían al hombre y a la vez eran sus enemigos. El hombre no había aprendido a defenderse de ella. A Ellos les cobraba deudas con el agua y ellos tenían derecho a defenderse con fuego”.
Se decía que por influencia de la revolución rusa había un ambiente de descontento de huelgas, de sindicatos, de peticiones de los obreros.
Seguían pensando en pedir la indemnización pues la humedad había dañado la mercancía o fingir un incendio para cobrar el seguro. Pero la situación política de la ciudad con paro, sindicatos, obreros, estudiantes en manifestaciones, no lo permitía. Bayur estaba viviendo en su casa del centro que le ayudó a conseguir Dahmar a su llegada y le contó a él los cambios que iba notando a su llegada: “se andaba más rápido, de noche se veían luces de colores en los avisos de comercio. Se desbarató el empedrado para tender los rieles del tranvía. Se aumentaron los pregoneros de prensa y lotería”. Bayur y su mujer Abdalia se casaron por poder y ella tomó el barco desde el Líbano para llegar a Colombia. Muhamed y Abdalia se hicieron muy amigos. Estaban todos tratando de concretar el incendio que planeaban hacer en el almacén para cobrar el seguro
En el local del sur se encontraban Mohamed, Jalil e Hichan para ver bailar y entretenerse con las meseras entre ellas Margarita con quien tenía Muhamed una relación muy larga e importante. Margarita le cuenta a Muhamed que las jóvenes que paraban en esos locales eran campesinas pobres y solas que un día se alejaban de donde vivían y empezaban una vida para sobrevivir en cualquiera de esos locales. Margarita estaba enferma y Muhamed la cuidaba con mucho afecto.

Por otro lado, se adelanta la historia de la preparación del atentado del incendio del almacén de Bayur y Jalil. Dahmar era el encargado de dirigir la operación. Consiguieron la acetona y pelaron los cables, pero esa noche empezó a caer una tempestad que había dejado al almacén sin corriente eléctrica. Sin corto circuito y sin fuego que acabara con la mercancía, no había compañía de seguros que pagara las indemnizaciones.
Sin embargo, lo que realmente pasó fue que un rayo calló en el local y acabó con todo lo que había adentro, fue un verdadero accidente. Dahmar y Jalil fueron a la compañía de seguros y a la comisaría de policía.
Mientras esto sucedía Muhamed atendía y cuidaba a Margarita y se sentía triste de ver su estado. El medico había dicho: “se le metio el mal adentro y se le puede trancar, pero no echárselo para atrás”
Luis Pérez vivía de los trabajos que le daba Muhamed con documentos, contratos, cartas que necesitaba Dahmar.
Muhamed consiguió una clínica privada para Margarita, pero ella la describió así: “Todo lo veía blanco y reluciente: las sábanas blancas, la cama de hierro pintada de blanco, el techo las paredes pintadas de blanco, las toallas, las baldosas, las cortinas, que le parecía estar en el limbo, en su pueblo a los muertos los ponían mas elegantes que a los vivos”.
Mientras esto sucedía Hassana e Hichan estaban celebrando en su casa el grado de su hijo mayor de abogado. Vicenta les ayudo a preparar la fiesta, ella, (Vicenta) había conocido al sargento Robledo. Vicenta podía a salir los fines de semana para donde su hermano, pero “el hermano tuvo que mudarse a uno de los barrios de invasión, que se levantaban con latas y maderas sobrantes en los potreros aledaños del sur y se mantenían en conflicto con las autoridades municipales”.
El sargento Robledo y Vicenta se veían en el camino que ella hacia desde su casa hacia la tienda, él la seguía y le dijo que la quería conocer y que quería tener una foto de ella. Le propuso verla en otro lugar, al día siguiente.
El seguro del local de Jalil y de Bayur no pago todo el sinestro, pero Dahmar le entrego a Bayur la diferencia. Muhamed fue a la casa de Bayur a darle la noticia, pero lo encontró muy decaído., comió con ellos y a la despedida Abdalia lo acompaño hasta la puerta y no se resolvía a cerrarla y le dijo: “ya hablaste de los negocios, me alegra, a eso viniste” Eso lo dijo en tono de reproche.
Por otro lado, Margarita no seguía las instrucciones del médico, pero prometió hacerlo si salía pronto de la clínica. Muhamed le llevo de regalo un sweater de cuello de cisne. Margarita sabia que la iba a llenar de regalos. Las compañeras del local del sur la visitaban, Luis Pérez también.
Muhamed fue a la casa de Bayur y Abdalia y Abdalia lo saludo: “Le deseo que Ala este de su lado y que en este día la luz brille para ti”l”
Luis Pérez estaba defendiendo a los inquilinos de la pensión, a los que pensaban desalojar. Muhamed le encargo otro caso parecido. Margarita seguía enferma, “lo que ahora le falta a esa mujer es el cariño que no tuvo de niña” dijo el médico. Abdalia le pidió a Muhamed que la recibiera en su cuarto. Le conto a Muhamed la decepción que sufrió cuando llego a Colombia “iba a seguir viviendo en el barrio gemelo del que abandonaron con el viaje”. Le conto que Bayur era deudor de Dahmar y Muhamed no lo creyó porque Dahmar le había dicho que le iba a dar ese dinero a Bayur. Abdalia le dijo que sí se lo había dado, pero en calidad de préstamo. Muhamed se dirigió a la casa de Dahmar y Yanira.
Sigue el noviazgo de Vicenta con el sargento Robledo. “cuando la vi pensé que era la señora de la casa” “cuando la niña sale a pasear con usted parece su hija” …así le hablaba el sargento a Vicenta.
Le daban de alta a Margarita. Se marchaba para su casa.
Bayur y Abdalia pensaban abrir un nuevo negocio de comida, Abdalia se encargaría de la cocina y tendrían un restaurante.
Margarita se despidió de Muhamed con un beso y con una caricia de agradecimiento. A el le pareció que ella estaba triste. “Ella siguió hacia su cuarto, quizá triste, aunque eso solo lo supo ella, llego, dejo la llave afuera, oculta en el sitio convenido, encendió la luz, colgó el abrigo y la cartera en el ropero, miro a los lados, se arreglo el pelo, se tendió en la cama vestida como estaba y se quedo muerta” mas tarde Muhamed entro, “se acercó y como si ella fuera consciente de su presencia y como si lo oyera, recordó todos los años que estuvieron viéndose, los que el ya no podría imaginar sin pensar en ella. Se sentó frente a la silla en la que ella solía sentarse y sintió que recibía y no que daba compañía”.
Vicenta y el Sargento Robledo hablaron de un encuentro en otro sitio, el domingo por la tarde en una calle cercana. Entraron en una casa y el sargento le agradeció a Vicenta la visita y el dijo que era como un sueño cumplido. El sargento tenía galletas y gaseosas y la casa era de un amigo. Oyeron bambucos. Vicenta ya sabía que él era casado. Él se le acerco a la espalda y le paso los brazos por la cintura y Vicenta mas bien tuvo que ayudarlo para que la atrajera de nuevo por sus medios y por ellos lograra acariciarla…Compartió otra tarde en el mismo cuarto. Hablaron sobre la situación del país, la rebelión de las tribus en la Guajira, y la de los indios motilones que pedían la devolución de las tierras que les invadieron las petroleras, huelga de la compañía cafetera, La United Fruit no lograba arreglar con los braceros sus salarios etc., etc.… Vicenta vio un aviso en el periódico con un titular que decía que un sargento había matado a su esposa y al amante. Supo que se trataba del sargento Robledo.
Jalil se casó con una viuda que tenia dos años de viudez, tenia tres hijos, casa propia y otros bienes que le aseguraban su futuro. Los padres de los dos eran comerciantes en Beirut y en Trípoli.
El senado había entregado a la Golf Oíl company las reservas del Catatumbo.
Muhamed continuaba teniendo los encuentros con Abdalia en su cuarto. A Dahmar nada lo disuadía de obtener unas acciones en los yacimientos de petróleo. Dahmar y Yanira junto con una pareja de judíos fueron citados a la rectoría del colegio de sus hijos porque la hija de Dahmar y el hijo de la pareja de judíos se quedaban mucho tiempo en el salón solos. Ellos confesaron que se quedaban rezando él la Tora y ella el Corán. Ese era el pecado que estaban cometiendo.
Por fin Olguita la amiga de Margarita ( en el local del Sur) pudo ser propietaria de una casa de citas con la ayuda de Luis Pérez que le consiguió la licencia.
Dahmar empezó a tener dificultades en sus negocios, entrego su palco en el Teatro Colon, estaba esperando un Barco de Londres con mercancía, pero se fue al fondo del mar porque un submarino alemán lo había partido en dos. La Cia de seguros no pago el siniestro.
Dahmar se enfermo de las articulaciones y se quedaba en la cama todo el día. El único que podía visitarlo era Muhamed. Leían el periódico, se reían y lograban tener unos ratos muy agradables.
Mientras tanto en el país había un ambiente político muy alterado. Mataron a Gaitán y a su asesino lo lincharon en el mismo sitio. Hubo golpe de estado.
Algunos días Dahmar llegaba hasta la sala de su casa, se sentaba en la silla, se quedaba dormido y luego le contaba a Yanira que: “al abrir los ojos veía la luna de Beirut por la ventana”. Dahmar entro en estado de coma. MOHAMED SE SENTO A SU LADO Y SINTIO QUE DEJABA DE RESPIRAR. Le acaricio las manos y permaneció otro rato al lado de su cama.
Abdalia se apareció al día siguiente. Muhamed la elogio por su aspecto y ella dijo: “a eso vine, a escuchar tus cumplidos”. No habían vuelto a citarse, pero el estaba dispuesto a acudir a su lado en cualquier eventualidad.
El hijo de Dahmar y Yanira hipoteco la casa, y no pudieron cubrir la hipoteca. Se perdería todo.
En el aniversario de la muerte de Dahmar empezaron las visitas, Muhamed las despedía de pie sin dar signos de salir. Tanto Yanira como Muhamed sentían que ya no podían ser de otro lugar. Yanira le pidió a Muhamed que la acompañara a su cuarto, le pidió que entrara y cerrara la puerta. Yanira empezó a desvestirse.” fluyo la sensación de que nunca se adelantaron para estar en ese momento, pero tampoco llegaron tarde a él”.
De esa manera quisimos contar la historia de los libaneses que llegaron a Colombia, de que conservaron del Líbano y como se fueron adaptando a las costumbres de Colombia. De sus amores, de sus relaciones entre ellos, de las tareas a las que se dedicaban, de la amistad entre ellos, del ambiente que se estaba viviendo en Colombia en el transcurso de esta novela, en fin de la vida de estos libaneses un poco antes de salir del Líbano y luego de que llegaron a Colombia.